La historia de México está marcada por el activismo apoyado en la gráfica como gran pilar, desde la Revolución pasando por el Muralismo mexicano, los símbolos fueron parte de la lucha política, pero en el año 1968 la lucha estudiantil convirtió al cartel en su principal exponente, un tanto alejado del nacionalismo clásico, reconstruyendo el agitar revolucionario que caracterizó el final de la década de 1960; el segundo cisma de la gráfica política es definitivamente durante la explosión del #YoSoy132, pues mientras que en el 68 el acceso a los materiales era costoso, obligando a ser altamente efectivos en el mensaje y distribución, en el caso del cartel #YoSoy132 durante 2012, tuvo una gran efervescencia a través de un canal muy difícil de controlar en ese tiempo por el gobierno o los medios de comunicación hegemónicos, las redes sociales.
Así el #YoSoy132 transforma de una manera ecléctica la cultura pop mexicana en arma de defensa política ante el cerco mediático de 2012. Pertenezco a la generación del #YoSoy132. Durante las manifestaciones fui un joven más que se unió al movimiento en la Estela de Luz, en esa etapa conocí al diseñador Hey FCOE!, uno de los artistas fundadores de CARTEL 132; iniciativa que buscó agrupar a los diseñadores que habían colaborado durante el #YoSoy132. Así fui documentando el proyecto desde el ángulo gráfico, pero en el camino me di cuenta de que los años 2012 y 1968 tienen algo en común además de la gráfica; el mundo se convulsionó en una ola de revolución que terminó influyendo en México.
Las revueltas estudiantiles en Francia, las protestas pacifistas contra la intervención de Estados Unidos en Vietnam y la lucha por los derechos civiles encabezadas por Martin Luther King son recogidas por los estudiantes durante el movimiento del 68. El #YoSoy132 recoge el legado de la Primavera Árabe, el movimiento 15-M y el Ocuppy Walls Street que ebulleron en México en las elecciones presidenciales marcadas por el control mediático televisivo y la eclosión de las redes sociales en la primera contienda de la era digital mexicana. Por esta razón Si nosotros no ardemos ¿quién iluminará esta oscuridad? no podía quedarse solo en la gráfica, y buscó cristalizarse como una mirada poética del activismo durante la explosión del #YoSoy132.
Si nosotros no ardemos ¿quién iluminará esta oscuridad? sí es poesía, sí es gráfica, sí es activismo, sí es la era digital de la información, sí es tecnología, sí es historia de México, porque somos pasado, presente y somos futuro, somos #YoSoy132.
Salvador Servín es graduado de la Escuela Nacional de Artes Cinematográficas de la UNAM, ha colaborado con universidades como Deutsche Film-und Fernsehakademie Berlin (DFFB), CENTRO y Universidad Iberoamericana.
Salvador ha exhibido en el Gasteig Kulturzentrum de Munich Alemania, gracias al Spielart Art in Resistence. En México sus obras han sido expuestas en el Centro de las Artes San Luis Potosí «Centenario» y en el festival Mutek. Sus cortos se han presentado en el Guanajuato International Film Festival y en la Cineteca Nacional de México.
Fue seleccionado por el jurado de la Convocatoria Huellas de #132 y su acompañamiento fue guiado por el cineasta y gestor cultural Inti Cordera con quien analizó su carrera artística y los siguientes proyectos que tenía en mente. Salvador Servín también realizó su servicio social en Piso 16. Laboratorio de Iniciativas Culturales UNAM como parte del equipo de post producción de una serie documental del Programa de Acompañamiento 2019.